lunes, 30 de noviembre de 2009
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domingo, 15 de noviembre de 2009
sábado, 14 de noviembre de 2009
viernes, 13 de noviembre de 2009
Viernes 13
Sé que no tenemos un pito que ver con las culturas anglosajonas, pero yo siempre recuerdo los viernes 13 porque me resulta divertido. Lo mismo con los martes 13, Halloween y demás fechas o acontecimientos que tengan que ver con la muerte, fantasmas, seres extraños y otras yerbas.
La cuestión es que entro al blog, como todos los días, y...
Hasta ahí todo bien. Es un simple numerito. Pero si se fijan, en la barra de tareas, hay otro blog abierto, que es el de mi trabajo. Fue grande mi sorpresa cuando descubrí que también en ese sitio había un componente diabólico, pues al lado de la bandera de argentina salía el número 5666. Lamentablemente no pude capturar la imagen porque actualicé la página y cambió a 5667. Mal hecho. Peeero, como dice el refrán: "no hay dos sin tres" A nada de prender la computadora de casa veo lo siguiente:
Hasta ahí todo bien. Es un simple numerito. Pero si se fijan, en la barra de tareas, hay otro blog abierto, que es el de mi trabajo. Fue grande mi sorpresa cuando descubrí que también en ese sitio había un componente diabólico, pues al lado de la bandera de argentina salía el número 5666. Lamentablemente no pude capturar la imagen porque actualicé la página y cambió a 5667. Mal hecho. Peeero, como dice el refrán: "no hay dos sin tres" A nada de prender la computadora de casa veo lo siguiente:
Son las cuatro de la tarde y con la tormenta parece de noche. Me gusta la lluvia, pero espero no terminar el día bajando las escaleras para atrás como cierto personaje de cierta película de 1973.
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Editado 15/11: ¿Hago mal si empiezo a perseguirme? Contemplad el boleto que saqué el sábado 14.
Y el mismo día, a la noche, el número que nos dieron a un amigo y a mí para la Noche de los Museos.
Creer o reventar.
jueves, 12 de noviembre de 2009
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jueves, 5 de noviembre de 2009
miércoles, 4 de noviembre de 2009
martes, 3 de noviembre de 2009
lunes, 2 de noviembre de 2009
domingo, 1 de noviembre de 2009
Top 10: Personajes Molestos en el Cine
Lo que describe este texto nos afecta a todos. Con ustedes, el top ten de las personas que nos pueden arruinar o, por qué no decirlo, nos arruinan el primer vistazo de esa película que estuvimos esperando dos años y medio. Cuando terminen, los invito a dejar sus anécdotas, que seguro tienen, y muchas.
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10. El muerto de hambre
Parte de la experiencia del ir al cine es pasar por el bar a comprar unos cuantos bocaditos y bebidas. Debido a los altos precios de estos combos algunas personas recurren a llevar alimentos escondidos, lo cual me tiene sin cuidado hasta que llega alguien que ha degenerado la práctica y saca de no sé dónde un arsenal de extrañas comidas que, no solo invaden la sala con un desagradable olor, sino que por lo general hacen un escándalo al ser retiradas de su envoltorio correspondiente o bien al ser masticadas.
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9. El hiperactivo
Una verdadera molestia es la persona hiperactiva que no deja de moverse, ya sea en su puesto molestando a los de a un lado, o cuando empieza a mover sus pies constantemente incomodando a la persona que tiene al frente. Muchas veces un par de leves patadas al asiento son tolerables en los primeros minutos en que se llega a la sala, ya que hay que encontrar la mejor posición para acomodarse tomando en cuenta de que algunas salas son muy estrechas, pero en el momento en que esto se prolonga no queda más que virarse y pegarle una mirada asesina a la persona, la cual en un 99% de los casos entiende que tiene que dejar de molestar.
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8. El nene preguntón
Este caso por lo general se da cuando se tiene la mágica combinación entre un niño que se encuentra en plena edad de cuestionar cada mosca que se le atraviesa en el camino y una película que no es la típica historia animada que no exige mucho pensar. Las primeras preguntas son soportables pero a la vigésima vez que pregunta lo mismo pero en diferentes formas ya dan ganas de abotearlo. Este caso se da también con adultos que mentalmente se quedaron en la mencionada etapa de preguntar todo volviéndose una peor molestia que el mismo niño.
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7. El risueño
En las películas cómicas creo que parte de la experiencia es reir junto a otras personas a las cuales ni conoces, pero esto se degenera cuando cerca se tiene a una persona con una fuerte y atontada risa que en primera instancia sorprende, en segunda instancia es motivo de burlas, y por último empieza aturdir a todos los que se encuentran alrededor. Por lo general estas personas no solo se rién al momento del chiste sino que o lo hacen por mucho más tiempo o en casos en los que no hay que reirse.
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6. Las comadres
Muchas personas suelen confundir las salas de cine con las bancas del parque ya que se ponen a conversar sin medir el tono de su voz. Nunca está de más el hacer un par de comentarios pero ya hay gente, por lo general adolescentes, que se ponen en un plano bastante idiota creyendo que el resto tiene que aguantarle las tonterías que hablan. Por lo general reaccionan en las primeras ocasiones en que los mandan a callar.
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5. Los payasos de circo
Cuando la película se encuentra en su climax nunca falta del fondo de la sala un comentario del payaso de turno al cual solo lo festejan sus amigos como borregos. No voy a negar que en algunas ocasiones se pegan buenos comentarios y todos en algún momento de nuestra adolescencia pasamos por esto, pero todo tiene sus límites.
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4. El narrador
Es muy probable que en algún momento les haya tocado ir al cine con una de estas personas o en todo caso nunca falta en la sala uno de estos que van narrando paso a paso todo lo que ocurre en la película. “¡Agarró el arma!”, “¡Se cayó en el hueco!”, “¡No vio que el asesino estaba atrás!” ¿Qué le pasa a estas personas? ¿Acaso no se dan cuenta de que estamos viendo la misma película y nadie necesita asistencia para ver que está pasando? Dentro de esta categoría se incluyen a los padres que llevan a hijos que no saben leer a películas subtituladas por lo que les toca ir explicando los diálogos y contestando algunas preguntas ya que forman parte del grupo 8.
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3. El vidente
Una degeneración del espectador narrador es cuando este por causas desconocidas y “psíquicas” se transforma en un vidente por lo que su místico tercer ojo le da la habilidad de predecir todo lo que está a punto de suceder en la película. La particularidad de sus predicciones es que estas se basan en hechos sumamente obvios, pero su compulsiva necesidad de hacer notar que sabe lo que pasará es mayor lo que hace que escuchemos cosas como “¡La va a matar!” cuando el asesino tiene el cuchillo listo detrás de su víctima. En algunas ocasiones este pone a prueba su don al realizar descabelladas predicciones sobre el final de la película no habiendo pasado ni 30 minutos de la misma.
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2. El bebé llorón
Cuando unos padres de familia entran a la sala con un niño en sus brazos es señal de que en media película el pequeño bribón va a empezar a llorar sin parar a pesar de los innumerables intentos de sus padres por silenciarlo. El llanto desesperado del niño es una de las cosas que más rápido desespera a toda una sala, la cual clama porque estos malos padres sean más respetuosos y se lleven el escándalo afuera… nadie tiene que pagar los platos rotos de que no hayan tenido dónde dejarlo. Pero esto no solo aplica a los niños de brazo sino que también a otros con un par de años encima que se aburren o asustan, por lo cual no solo hay que escuchar al niño sino a sus padres retándolo o algo parecido.
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1. El Celular (llamadas / sms)
Gracias a los avances tecnológicos, el primer puesto se lo llevan los animales que no pueden parar de hablar por su celular o chateando vía SMS. Por lo general estas personas no se molestan en silenciar el teléfono a pesar de los avisos en pantalla y cuando empiezan a sonar no sólo es la molestia de escuhcar los ridículos tonos o a alguien conversar sino que el simple hecho de tener el reflejo de las pantallas a un lado ya resulta fastidioso. En algún momento a todos nos toca atender una llamada pero si es para cruzar una palabra hay que saber ser discreto o en todo caso salir de la sala si es que se van a colgar cinco minutos hablando. El asunto con esta problema es que no es un caso aislado por sala sino que cada cierto número de filas aparece uno de estos a perturbar la tranquilidad.
.Un mensajito de Leónidas:
¡¡¡Apagá el celulaaaaaaaaaaaaaaaaar!!!
Etiquetas:
varieté
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