Ocurre que después de ver 134 películas nacionales de 1930 para acá se me ocurrió que corresponde ajusticiar al cine nacional porque no son todas pálidas. Por eso decido dedicarle el último posteo definitivo del VxD a algunas de las películas dignas que me tocaron ver.
No voy a postear las reseñas, quienes tengan ganas de investigar podrán hacerlo recurriendo a la todopoderosa herramienta que es la interné.
En orden cronológico:
- Chiruca (Benito Perojo, 1945)
- Fúlmine (Luis José Bayón Herrera, 1949)
- Me casé con una estrella (Luis César Amadori, 1951)
- Concierto de bastón (Enrique Cahen Salaberry, 1951)
- Dock Sud (Tulio Demicheli, 1953)
- El grito sagrado (Luis César Amadori, 1954)
- Mercado de Abasto (Lucas Demare, 1955)
- Cubitos de hielo (Juan Sires, 1956)
- Historia de una carta (Julio Porter, 1957)
- Canuto Cañete, conscripto del siete (Leo Fleider, 1963)
- Crónica de un niño solo (Leonardo Favio, 1964)
- Canuto Cañete, detective privado (Leo Fleider, 1965)
- El nadador inmóvil (Fernán Rudnik, 1998)
- Cara de queso (Ariel Winograd, 2006)
Sé que hay más, pero créanme que ya ni me acuerdo demasiado de lo que vi. Confío en que sabrán disculpar las omisiones. Noten el bache que hay en las décadas del '70 y '80. En realidad la mayor parte de las reseñas del ciclo corresponden a ese período en el que afloró el cine nacional bochornoso, lo cual es un indicador de la situación que atravesaba el país.
A modo de conclusión, y si bien no soy un especialista en el tema, creo que no estoy errado al decir que ESTAMOS VIVIENDO LA MEJOR ÉPOCA DEL CINE NACIONAL, LEJOS. Los sabios quizás puedan aportar un poco más pero la variedad de estilos y miradas de los autores del presente me llevan a pensar que no hubo épocas mejores que esta. Lo cual es mucho decir.
En fin... le dejo el cierre al GRAN Canuto Cañete:
Un poco más y nazco preso, señor...